Artículo publicado en la Revista Fertilizar Nº20 año 2011

Autores: Hugo Vivas, Nicolás Vera Candioti, Ricardo Albrecht, Luciano Martins, Oscar Quaino y Jose L. Hotián

Introducción: En la región centro-este de Santa Fe los únicos nutrientes que hasta el presente se destacan por su respuesta y residualidad en la fertilización de una secuencia son el fósforo (P) y el azufre (S). El nitró- geno (N), por el contrario, en general no tiene efectos residuales pero es imprescindible para las gramíneas como trigo y maíz, dosificándose en función de los objetivos de rendimientos. El P es deficiente en por lo menos la mitad de los lotes de los suelos agrícolas de Santa Fe y comprende no sólo a los primeros 20 cm. superficiales, sino que disminuye en profundidad, lo que permite asumir que esta en relación con el material original. La mayor parte del P que absorben los cultivos se concentra en el grano y por lo tanto es exportado con las cosechas. Si no se usaran fertilizantes, el suelo se degradaría por la extracción continua de fosforo sin reposición. La evaluación del fósforo disponible (Pe) a través del tiempo es vital para monitorear su manejo. Se pretende mantener el mismo en niveles suficientes, entre 10 y 20 ppm, o superarlos mediante dosis más elevadas de fertilización. Dada las cantidades de fosforo necesarias por los cultivos de una secuencia, se pretende sostener los valores de Pe en alrededor de15 ppm o superiores. Otro nutriente con propiedades residuales y destacadas por su respuesta a su aplicación a los cultivos es el azufre. En particular sus deficiencias fueron observadas en el centro de Santa Fe. En el suelo se encuentra principalmente como compuestos ligados a la materia orgánica, solo una pequeña porción (5 al 10%) se libera como sulfato (S-SO4) inorgánico, que es como la planta lo absorbe. Bajo agricultura continua e intensiva, la cantidad de S-SO4- disminuye en forma significativa por mineralización de la materia orgánica; con el tiempo si no hay reposición, resulta en la consiguiente pérdida de rendimiento en las cosechas. Por ello es importante el aporte de rastrojos en superficie como un medio de aumentar la materia orgánica del suelo y por ende la cantidad de azufre. El síntoma más notable de una deficiencia de azufre es la clorosis en las hojas superiores debido a la escasa movilidad del nutriente hacia los tejidos jóvenes. Hasta el presente los análisis de suelo y de partes de la planta son muy erráticos, por lo tanto la mejor guía es el aspecto del cultivo y su crecimiento. Las leguminosas y crucíferas son las que más requieren azufre y entre las de menor demanda se encuentran las gramíneas como trigo y maíz. Como en las rotaciones agrícolas están involucradas gramíneas y leguminosas, los requerimientos de fósforo y azufre son muy variados, de aquí la importancia de estudiar fertilizaciones combinadas de los dos nutrientes aprovechando sus propiedades residuales para más de un cultivo. El objeto del presente trabajo consistió en evaluar la influencia del fósforo y del azufre en la producción de una secuencia trigo/soja-maízsoja y sus efectos residuales para una fertilización cada dos cosechas.

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