Artículo publicado en Revista Fertilizar Nº 14 año 2010

Autores: Berardo, A.1 y Marino, M.A.2 1. Director Técnico Laboratorio de Suelos Fertilab. aberardo@laboratoriofertilab.com.ar 2. Docente Fac. Ciencias Agrarias – UNMdP. amarino@balcarce.inta.gov.ar

Introducción: Uno de los principales factores que determinan la producción de las pasturas en la Región Pampeana es la disponibilidad de nutrientes, y entre ellos, se destacan el fósforo (P) y el nitrógeno (N). El P afecta el crecimiento tanto de gramíneas como de leguminosas, y en las últimas, actúa también sobre la nodulación y la fijación simbiótica de N. Desde hace décadas en la región se verifica un proceso de intensificación de las actividades agropecuarias, con una elevada extracción de nutrientes por cultivos y pasturas sin su adecuada reposición a través de la fertilización (García, 2001). Esto ha provocado un generalizado deterioro de la fertilidad de los suelos y consecuentemente una disminución en la persistencia, producción y calidad de las pasturas. En sistemas mixtos, las pasturas perennes cumplen un importante rol de restauración de la fertilidad del suelo, pero esto sólo se logra si mantienen una adecuada cobertura de suelo y una elevada producción de forraje con una apropiada proporción de leguminosas a lo largo de su ciclo productivo. Tales condiciones están estrechamente asociadas con el abastecimiento de P, ya que su disponibilidad afecta la persistencia de las especies forrajeras. Asimismo, en la medida que los sistemas ganaderos (producción de carne o leche) aumentan su nivel de intensificación y sus niveles de producción, los fertilizantes fosfatados deben ser complementados con la aplicación de N. A diferencia de otros nutrientes, el efecto del agregado de P sobre el crecimiento de las pasturas se prolonga más allá del año de su aplicación, y la magnitud de este efecto residual es variable según la dosis aplicada y las propiedades físico-químicas del suelo (principalmente pH o textura). Los primeros resultados locales sobre residualidad de P en pasturas corresponden a ensayos realizados en la década del 70 con Superfosfato triple de calcio (SFT) (Berardo y Darwich, 1974). En diferentes regiones de nuestro país la respuesta al agregado de P en pasturas y su efecto sobre la persistencia de las mismas han sido evaluadas en distintos recursos forrajeros (García y col., 2001; Quintero, 2003). En este trabajo se presentarán resultados de investigaciones que aportan información regional referida al efecto de la fertilización fosfatada sobre la producción de forraje de pasturas (base alfalfa y pasturas consociadas), analizando también el efecto residual del P en los años posteriores a su aplicación en tales recursos.